Hugo Mujica

Cada hombre


cada hombre y yo:

caña seca
en la que se surca
el viento para retomar su cauce,

como si nada hubiese pasado

salvo el abrirse de
una ausencia,
un surco entre mi paso y el pasado
entre mi vida y cada vida.



A veces la vida


a veces
nos miramos en silencio

la vida y yo.
A veces duele, duele
blanca,

lentase hunde en la carne
como una botella vacía se hunde en el
estanque
que la va llenando.

a veces, en silencio, llora
y algo sagrado brilla en el mundo,
en silencio, reverbera en las palabras.

 

 

 

Trazos

la luna traza treguas en las noches,

bordes
entre una sombra y otra sombra,

bajo su luz, un perro
apedreado
sangra un reguero,
traza una profecía.

abajo, o dentro de la noche
un ciego camina
leyendo
con sus manos el vacío en cada grieta,

palabra a palabra
avanza hacia el final, vacío a vacío
descifra todo destino.